Desde el lunes, el noreste de Estados Unidos enfrenta fuertes tormentas que han provocado inundaciones en varios estados, incluyendo Nueva York. La ciudad ha registrado su segunda precipitación horaria más alta desde 1943, con 5 centímetros de lluvia en solo 30 minutos. Los pasajeros del metro grabaron impactantes videos de torrentes de agua que caían en las estaciones, mientras el servicio ferroviario se interrumpía y las carreteras se inundaban.

Hasta ahora, se han reportado al menos 185 incidentes relacionados con las inundaciones, afectando principalmente a Nueva York, Nueva Jersey y Pensilvania. Las condiciones meteorológicas han llevado a rescates de vehículos sumergidos y a aterrizajes de emergencia de aviones. En el aeropuerto de Newark, se detuvieron los despegues y llegadas durante varias horas, y más de 8,000 personas en Nueva Jersey se quedaron sin electricidad.

El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, declaró el estado de emergencia y el Servicio Nacional de Meteorología (NWS) emitió alertas de inundación para Newark, Elizabeth y East Orange. En Nueva York, las alertas de inundaciones repentinas se extendieron a los cinco distritos, causando retrasos en múltiples líneas de metro. Los pasajeros vivieron una experiencia insólita, con agua entrando por las puertas del tren y cayendo por las escaleras.

El NWS ha indicado que el patrón de tormentas se debe a las inusuales temperaturas cálidas del océano Atlántico. Una columna de humedad tropical se ha desplazado por la costa este, conectada a una tormenta tropical en desarrollo cerca de Florida. Se prevén más tormentas en las próximas horas, aunque se espera que sean menos intensas. Sin embargo, se anticipa otra oleada de tormentas fuertes y potencialmente inundantes entre el miércoles y el viernes.

La agencia de gestión de emergencias de Nueva York ha recomendado a los residentes en sótanos o plantas bajas que se trasladen a terrenos más altos, ya que las inundaciones pueden ser mortales. También se aconseja evitar viajes innecesarios debido a los retrasos en los autobuses. Las advertencias de inundaciones repentinas se extienden hasta el sur de Petersburg, Virginia, donde se han realizado varios rescates acuáticos.