Abrir archivos secretos es una aventura. A veces parece una película de espías. Otras, una comedia absurda. Pero casi siempre tiene algo en común: solo se desclasifica lo que interesa . Y lo que no… se guarda bajo llave. O se pierde. O se quema. O se tapa con otra cortina de humo.
Que se lo digan a Donald Trump . Le pareció bien desclasificar documentos sobre el asesinato de Martin Luther King . ¿Por qué ahora? Porque le interesa, porque le conviene políticamente. Pero ni una palabra de los papeles más incómodos del caso Epstein , el millonario pedófilo [[LINK:INTERNO|||Article|||6842909a3a98b0e41ddf9ca1|||con vínculos con medio mundo —incluido él mismo—]] y que acabó "suicidado" en una celda de máxima seguridad . Otra casualidad más. Igual que el silencio que rodea al