El gabinete de seguridad de Israel ha aprobado un plan por fases para reocupar completamente Gaza. Este plan, impulsado por el primer ministro Benjamin Netanyahu, contempla el desplazamiento de hasta un millón de palestinos hacia el sur del enclave. La estrategia busca intensificar la presencia militar israelí en áreas que aún no están bajo su control.

El Gobierno israelí ha dado luz verde a Netanyahu, superando el rechazo inicial de la cúpula militar. La operación militar en Gaza tiene como objetivos la desmilitarización de Hamás y el establecimiento de un control de seguridad en la región. Según el comunicado oficial, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se preparan para asumir el control de la ciudad de Gaza y se ha prometido asistencia humanitaria a la población civil que no se encuentre en zonas de combate.

El plan de Netanyahu se basa en cinco puntos clave: el desarme total de Hamás, la repatriación de todos los rehenes, la desmilitarización completa de Gaza, el control israelí sobre la seguridad en el territorio y la creación de una nueva administración civil sin vínculos con Hamás ni con la Autoridad Palestina. Las FDI trasladarán la ofensiva a áreas donde se sospecha que Hamás oculta a los rehenes, que serán desalojados previamente.

Las autoridades israelíes estiman que solo 20 prisioneros podrían seguir con vida. Actualmente, las fuerzas militares israelíes controlan el 75% del territorio de Gaza, considerando el 88% de la Franja como zona militar. En el 12% restante se concentra la mayoría de la población, que asciende a dos millones de personas.