La agricultora Lisa Tate, cuya familia ha trabajado la tierra en el sur de California por más de un siglo, afirma que nunca vio una amenaza a los cultivos como en los últimos meses con la arremetida antinmigración del gobierno de Donald Trump .
Radicada en Ventura, ciudad al norte de Los Ángeles escenario de varias redadas de las autoridades migratorias recientemente, Tate sostiene que la ejecución de esta política federal no resuelve el problema en el campo, por el contrario, “solo va a desmantelar toda la economía” y pone en riesgo la seguridad alimentaria del país.
“Me comencé a preocupar cuando vi a grupo de agentes de inmigración venir al valle central, e ir a las haciendas para cazar a la gente, evadiendo el derecho de propiedad”, dijo la granjera de 46 años en entrevis