El alcalde demócrata Eric Adams ha pasado la mayor parte del año cultivando una relación amistosa con el presidente republicano Donald Trump.
Esta alianza probablemente ayudó a Adams a evitar cargos penales por corrupción a principios de este año, pero también se ha convertido en una carga para su campaña de reelección en una ciudad mayoritariamente demócrata donde Trump sigue siendo profundamente impopular.
Sin embargo, la reciente decisión del Departamento de Justicia de Trump de demandar a la ciudad —y al propio Adams— por sus leyes de “ciudad santuario”, junto con la solicitud del alcalde de que el gobierno federal investigue las condiciones dentro de un centro de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en el 26 de Federal Plaza, parecen indicar un deterioro