Donald Trump y Jeffrey Epstein compartieron una relación cercana que se extendió hasta mediados de la década de 2000, a pesar de los intentos de Trump por distanciarse del multimillonario delincuente sexual. Ambos viajaron juntos en un jet privado, celebraron en Mar-a-Lago y asistieron a desfiles de Victoria’s Secret. Además, se reporta que cenaron con miembros de la realeza en una lujosa mansión del Upper East Side.
Una revisión exhaustiva de registros judiciales, fotografías y entrevistas revela que sus nombres aparecen juntos en múltiples documentos, lo que contrasta con las declaraciones de Trump, quien ha calificado a Epstein de "asqueroso" y ha insistido en que no era un admirador. En 2019, Epstein describió a Trump como su "mejor amigo durante 10 años", una afirmación respaldada por varias personas que conocieron a ambos.
Entre ellas se encuentran Maria Farmer, una de las primeras víctimas de Epstein; Stacey Williams, una exmodelo que tuvo una relación con Epstein; y Jack O’Donnell, un exejecutivo de casinos de Trump. Todos ellos han utilizado la expresión "mejor amigo" para describir su vínculo en entrevistas recientes.
A pesar de estas revelaciones, las autoridades nunca han acusado a Trump de ningún delito relacionado con Epstein. En respuesta a las preguntas sobre esta relación, el director de comunicaciones de la Casa Blanca, Steven Cheung, afirmó que "el presidente lo expulsó de su club por ser un asqueroso".
La cronología de las interacciones de Trump con Epstein y Ghislaine Maxwell, exnovia de Epstein, quien actualmente cumple una condena de 20 años por tráfico sexual, muestra un patrón de cercanía social que contrasta con los intentos de Trump de minimizar su amistad.
Este reportaje ha sido elaborado con la colaboración de David Adkins y Thomas Bordeaux.