Por Sandy West/KFF Health News

A un niño le apareció un sarpullido después de cuatro días sin que le dejaran cambiarse la ropa interior. Otro pequeño, aburrido y abrumado por la desesperación, comenzó a golpearse la cabeza. A un menor con autismo y trastorno por déficit de atención no le dejaron tomar su medicamento, a pesar de las súplicas de su madre.

“Escuché a un oficial decir sobre nosotros: ‘huelen a mier–’, y otro agregó: ‘son mier–’”, contó una persona detenida en una declaración presentada ante un tribunal federal.

Entre marzo y junio, abogados de menores inmigrantes recopilaron estos testimonios, y otros de jóvenes y familias detenidas, en lo que describen entornos “con apariencia carcelaria” en distintos puntos de Estados Unidos.

Esto mientras el gobierno de Trump solicitaba

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