En menos de un día, la Asamblea Legislativa de El Salvador eliminó cinco pilares constitucionales, allanando el camino para que el presidente Nayib Bukele busque la reelección indefinida y extienda los mandatos presidenciales—una apuesta audaz que está dividiendo al país entre quienes se sienten más seguros y quienes se sienten silenciados.

De una tradición de un solo mandato al poder sin límites

Durante generaciones, la Constitución de El Salvador imponía un límite claro: los presidentes gobernaban cinco años—sin repeticiones ni extensiones. Esa línea se trazó como lección de una historia amarga, marcada por militares autoritarios que se aferraron al poder a lo largo del siglo XX. Pero la marea comenzó a cambiar en 2021, cuando el partido de Bukele, Nuevas Ideas, arrasó en las eleccione

See Full Page