A medida que los republicanos redibujan los mapas legislativos en los estados rojos, los demócratas enfrentan un dilema. La redistribución de distritos, crucial para las elecciones intermedias del próximo año, se complica por el enfoque no partidista adoptado por muchos estados controlados por los demócratas. En estos lugares, son comisiones independientes las que se encargan de la redistribución, limitando la capacidad de los partidos para manipular los distritos a su favor.

Los republicanos, en cambio, están aprovechando esta situación. En Texas, por ejemplo, han rediseñado el mapa para crear hasta cinco nuevos escaños que podrían ser ganados por su partido. Este plan fue aprobado recientemente por un comité de la Cámara de Representantes estatal. Los demócratas, alarmados, han amenazado con tomar represalias. Durante una reunión de gobernadores demócratas en Wisconsin, el gobernador Tony Evers enfatizó la necesidad de actuar: "Cuando tienes una pistola en la cabeza, tienes que hacer algo".

Sin embargo, los demócratas se encuentran en una posición complicada. En California, el gobernador Gavin Newsom ha expresado su intención de rediseñar el mapa congresional, pero para ello tendría que desafiar una medida electoral de 2008 que estableció la comisión independiente. Newsom, que apoyó esta medida en su momento, ahora se enfrenta a la presión de actuar ante la redistribución de Texas.

En Nueva York, la situación es similar. La constitución estatal prohíbe un nuevo mapa hasta 2027, lo que limita las opciones de los demócratas. En otros estados como Colorado y Washington, donde los demócratas controlan la gobernación y la legislatura, también han respaldado comisiones independientes que no pueden modificar los mapas a mitad de la década.

Desde el inicio del ciclo de redistribución en 2021, las comisiones independientes han trazado 95 escaños que habrían sido manipulados por los demócratas, mientras que solo 13 habrían sido creados por los republicanos. Eric Holder, exfiscal general y líder de la iniciativa de redistribución de distritos del partido, ha señalado que el partido podría considerar medidas para anular las comisiones si es necesario.

En estados donde los demócratas tienen control, han utilizado la redistribución de manera similar a los republicanos. En Illinois, por ejemplo, trazaron un mapa que les otorga una ventaja de 14-3 en la delegación del Congreso. En Maryland, el líder de la mayoría demócrata, David Moon, ha propuesto una ley para redefinir los límites del Congreso si Texas sigue adelante con su plan.

Los defensores de un modelo no partidista están preocupados por el cambio en la estrategia de los demócratas. Emily Eby French, directora de Common Cause en Texas, advirtió que la redistribución demócrata podría ser tan perjudicial como la de los republicanos. "Estamos muy desesperados, buscamos cualquier puerto en la tormenta", afirmó.

La polarización actual ha llevado a un cambio en la discusión sobre la redistribución. Trump ha expresado su deseo de obtener más escaños republicanos en Texas y otros estados, mientras que los republicanos de Ohio están dispuestos a remodelar las líneas políticas tras neutralizar una iniciativa para crear una comisión independiente.

En medio de esta crisis, los demócratas están divididos sobre cómo responder. Algunos abogan por un panel nacional de redistribución de distritos, mientras que otros piden represalias contra los republicanos. El senador de Arizona Rubén Gallego escribió en X: "No habrá desarme unilateral hasta que ambas partes cumplan la ley".