El presidente salvadoreño Nayib Bukele rechazó este domingo que la aprobación de la reelección presidencial indefinida en El Salvador sea el “fin de la democracia” , al asegurar que las críticas a esa decisión se deben a que la tomó un país “pequeño y pobre”.
En un trámite exprés, el Congreso, dominado por el oficialismo, aprobó el jueves una reforma constitucional que permite la reelección indefinida, amplía el mandato de cinco a seis años, y elimina la segunda vuelta electoral.
Organizaciones como Amnistía Internacional, Human Rights Watch (HRW) y la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) consideraron la decisión como un “golpe mortal” a la democracia y una “manipulación” a la Constitución para favorecer las ambiciones de poder de Bukele.
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