El presidente Luiz Inácio Lula da Silva afirmó que su país tenía la intención de negociar el arancel del 50% impuesto por el presidente estadounidense Donald Trump, aunque con orgullo y soberanía, destacando los fuertes lazos de Brasil con otras naciones que permitirían una menor dependencia de Estados Unidos.

Lula también recordó el golpe de Estado de 1964, respaldado por Estados Unidos, e impulsó una moneda alternativa al dólar, en consonancia con la reciente cumbre de los BRICS. “No renunciaré a debatir la necesidad de una moneda alternativa para comerciar con otros países. No queremos pelear, pero no tenemos miedo”, insistió.

Lula condenó a Estados Unidos por utilizar cuestiones políticas, como las acusaciones de golpe de Estado de 2022 contra Jair Bolsonaro, para justificar sancione

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