NUEVA YORK — Con el verano en pleno apogeo en Estados Unidos, los ejecutivos minoristas están sudando por una temporada diferente. Faltan menos de 22 semanas para Navidad, un momento en que las empresas que fabrican y venden bienes de consumo suelen concretar sus pedidos y precios navideños.
Pero las políticas comerciales vacilantes del presidente Donald Trump, parte de su esfuerzo por revivir la base manufacturera disminuida del país y reducir el déficit de exportación estadounidense de bienes, han complicado esos planes de fin de año. Balsam Hill, que vende árboles artificiales y otras decoraciones en línea, espera publicar catálogos navideños más reducidos y delgados porque los productos destacados siguen cambiando con los aranceles —un impuesto de importación— que el presidente esta