L a nueva política migratoria del gobierno federal, que exige a ciertos turistas extranjeros pagar una fianza de hasta $15,000 dólares para ingresar a Estados Unidos, ha generado una ola de reacciones en la comunidad inmigrante de Houston.
A partir del 20 de agosto, visitantes que soliciten visas B1 o B2 —comúnmente usadas para turismo o negocios— podrían tener que depositar entre $ 5,000 y $15,000 como parte de un programa piloto de un año. El objetivo, según el Departamento de Estado, es reducir el número de personas que entran legalmente con visa y luego se quedan de manera ilegal.
Cristina García, abogada de inmigración en Houston, señala que la medida no solo es costosa, sino que además complicará aún más el ya engorroso proceso migratorio
El programa afectará a solicitantes prove