El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) reforzará las tareas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) transfiriendo de manera temporal a cerca de 100 empleados de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) cuya labor contribuirá a la deportación de extranjeros carentes de estatus legal.
Días antes de que la temporada de huracanes llegue a su punto álgido y cuando se incrementa el trabajo en la FEMA, el gobierno decidió priorizar la detención de inmigrantes por encima de los desastres que pudieran surgir a raíz de las intensas lluvias e inundaciones pronosticados.
Basado en ello envío a decenas de personas que laboran en los departamentos de recursos humanos y seguridad de FEMA para ayuden a procesar a los indocumentados.
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