El anuncio del mandatario, a través de su plataforma Truth, cayó como una bomba: "Las personas que están en nuestro país ilegalmente NO SERÁN CONTADAS EN EL CENSO" . La declaración, ambigua en cuanto a su aplicación inmediata o a futuro, ha desatado una tormenta política que amenaza con reconfigurar el mapa del poder en Estados Unidos.

La Constitución estadounidense, desde sus orígenes, exige un recuento decenal de todos los residentes, independientemente de su estatus migratorio. Sin embargo, la decisión de ignorar a millones de indocumentados tiene implicaciones de gran alcance:

La asignación de escaños en la Cámara de Representantes se verá directamente afectada, modificando la representación de estados con mayor o menor población inmigrante.

La distribución de USD 1.5 billones e

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