En un operativo de alto impacto y bajo estrictas medidas de seguridad, el Gobierno de México trasladó a 26 presuntos líderes criminales y operadores de cárteles a Estados Unidos el pasado martes 12 de agosto como parte de la cooperación bilateral en materia de seguridad. La acción fue coordinada por la Fiscalía General de la República ( FGR ) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana ( SSPC ) en respuesta a solicitudes formales del Departamento de Justicia estadounidense.
El gobierno mexicano confirmó que, como condición para su entrega, Estados Unidos no aplicará la pena de muerte a ninguno de los acusados, aunque al menos 25 de ellos podrían enfrentar cadena perpetua por delitos como narcotráfico, secuestro, lavado de dinero y homicidio.
Entre los trasladados