Donald Trump fue libremente elegido pero, de hecho, controla los tres poderes y ejerce facultades cuasi dictatoriales. Sus decisiones pueden dar origen a una sociedad más injusta y un país menos respetable.
Es cierto que no accedió al poder a través de un golpe de estado. Es cierto que no disolvió el Congreso ni la Corte Suprema. Es cierto que (si no es reelecto) tendrá sólo cuatro años en la Casa Blanca. Pero Donald Trump -habiendo ganado la presidencia por el voto popular- ejerce un poder cuasi dictatorial.
No suprimió el Congreso pero lo controla. En el Senado tiene 53 legisladores oficialistas contra 47 opositores. En la Cámara de Representantes, 219 contra 212. Y en la Corte Suprema cuenta con 6 jueces de 9.
Tiene objetivos económicos claros e instrumentos eficaces pero desmedidos