Un número indeterminado de familias latinas están sopesando los beneficios y perjuicios de que sus hijos reciban educación virtual, como sucedió durante la pandemia, a menos de una semana para que inicien el nuevo ciclo escolar 2025-2026.
“Estoy un poco indecisa si enviar a mi niña o no. Me gustaría que tuviera la educación virtual”, declaró Antonieta García, madre de Jennifer, de 14 años, quien acudiría a la preparatoria Garfield del este de Los Ángeles.
Antonieta reconoció que a su hija le fue muy difícil adaptarse al aprendizaje virtual, sobre todo porque los cuatro integrantes de su familia viven en un departamento de una sola habitación.
Al bajo rendimiento académico de Jennifer se agregó el nacimiento prematuro de su hermanita -ahora de cinco años-. La niña no tenía espacio sufici