El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu , ha convocado este domingo una rueda de prensa con la prensa internacional en la que ha tratado de describir la situación del Estado judío como la de una especie de hermano mayor que solo busca ayudar a sus vecinos palestinos. Netanyahu se presentaba ante los medios ante el incremento de la presión tanto interna como externa y con un nuevo frente en Israel : los altos mandos de su ejército.

Ya en el inicio de su comparecencia, durante un breve comunicado previo a las preguntas de los periodistas, el líder político derechista afirmó que iba a utilizar esta oportunidad para “puntualizar las mentiras” y contar la verdad, tras lo que insistió en recalcar que el grupo armado islamista Hamás “todavía tiene miles de terroristas armados” en la Franja de Gaza.

El primer ministro israelí ha repetido en numerosas ocasiones que su ejército ha designado “zonas seguras”, pese a que han sido bombardeadas y atacadas de forma constante , y ha tratado de recalcar que Israel ha enviado “miles de toneladas de ayuda humanitaria”, pese a que su Ejecutivo ha impedido la entrada de camiones de suministros desde hace meses así como la intervención en Gaza de la agencia de la ONU para los palestinos (UNRWA). Netanyahu también ha negado que Israel tenga una política para promover la hambruna, que ya ha provocado decenas de fallecimientos entre los gazatíes .

“Los gazatíes nos están rogando y están rogando al mundo para ser liberados de Hamás”, afirma Netanyahu, que ha descrito al grupo armado como “una organización genocida”. Tras ello, ha insistido: “el objetivo de Israel no es ocupar Gaza, sino liberarla”. El primer ministro ha dicho también que “la guerra puede terminar” si Hamás libera a los rehenes y acepta entregar las armas.

Tras ello, el primer ministro ha insistido a los periodistas en la idea de que Israel “no tiene alternativa” y debe “acabar el trabajo” y “derrotar a Hamás”. Benjamín Netanyahu reconocía durante su comparecencia que los soldados israelís controlan ya entre un 70% y un 75% del territorio de Gaza y apunta a dos zonas presuntamente controladas por Hamás en el centro de la Franja y la Ciudad de Gaza. Este viernes, el gabinete de seguridad israelí aprobó la toma de esta ciudad y de los campos de refugiados del centro de Gaza después de que los altos mandos del Ejército se negasen a aceptar un plan para la ocupación total de la Franja.

Incluso dentro del ejército israelí ya hay voces críticas con las últimas decisiones de Netanyahu, como la del jefe del Ejército, que había expresado su oposición porque eso conllevaría que las tropas prolongaran sus operaciones en Gaza y podrían verse atrapadas en una guerra de guerrillas con milicianos de Hamás.

A las voces militares se suma la presión en las calles, con decenas de miles de israelíes saliendo a manifestarse para pedir un acuerdo con el grupo armado islamista. Precisamente este domingo, un grupo de familiares de rehenes israelíes en manos de Hamás ha propuesto la convocatoria de una huelga general en el país para el próximo domingo y que ha sido secundada por los distintos líderes de la oposición a Netanyahu. “El próximo domingo pararemos y diremos: 'Basta, parad la guerra, devolved a los rehenes'. Está en nuestras manos”, afirmó en una rueda de prensa celebrada hoy en Tel Aviv Reut Recht-Edri, cuyo hijo Ido Edri fue asesinado por Hamás en el festival de música Nova el 7 de octubre de 2023.

Durante su presentación, el jefe del Ejecutivo israelí ha señalado cinco principios que serían necesarios para “concluir la guerra”: el desarme de Hamás, la vuelta de todos los rehenes (vivos o muertos), la desmilitarización de la Franja de Gaza, la toma del “control de seguridad” de Gaza por parte del Ejército israelí y el establecimiento de una “administración civil alternativa”. Netanyahu ha avanzado además que, según su punto de vista, en esta administración política no participarían ni Hamás ni la Autoridad Palestina, reconocida por la mayoría de países como el gobierno legítimo de los palestinos.

Netanyahu defendió que esta es “la mejor manera” de terminar la guerra. Añadió también durante las respuestas a los periodistas que Israel “permitirá que los civiles vayan a zonas seguras designadas” donde se les ofrecerá presumiblemente comida, seguridad y cuidados médicos. El primer ministro insistió también en que Israel permitirá a los civiles “abandonar a salvo” las zonas de combates hacia las zonas seguras designadas.

Preguntado por las dificultades para la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, Netanyahu aseguró que “cientos de camiones han entrado en Gaza” pese a las imágenes de la hambruna cada vez más extendida en la zona y a los más de un centenar de fallecidos, varios de ellos menores de edad, por este motivo. Benjamín Netanyahu ha negado en más de una ocasión que Israel esté aplicando una “política de hambruna” o de genocidio. “Nadie en Gaza habría sobrevivido después de dos años de guerra”, asegura el primer ministro para justificar esta afirmación.

El líder político conservador aseguró también que Israel ha enviado “millones de mensajes de texto y llamadas” para avisar a los civiles antes de un ataque y acusó a Hamás de ser “la causa de la crisis de ayuda humanitaria” en Gaza por haber “robado” ayuda destinada a los civiles. No hizo mención a los centenares de fallecidos por disparos del Ejército israelí en las zonas de entrega de ayuda humanitaria establecidas por la ONG estadounidense Fundación Humanitaria de Gaza .

Preguntado por si Israel está “perdiendo” la guerra de la propaganda, Netanyahu ha llegado a decir que los algoritmos “perjudican” a Israel, pese a que numerosos medios han informado en los últimos años de la censura preventiva que se aplica a publicaciones en redes sociales como Meta , Twitter (ahora X), TikTok e incluso Grindr a términos como 'Palestina', 'genocidio', 'exterminio' o 'sionismo'.

El líder político israelí ha atacado también a la prensa internacional por haber “comprado” lo que describe como “el anzuelo” de la propaganda de Hamás en referencia a las imágenes de gazatíes, muchos de ellos menores de edad, que han sido publicadas por distintos medios a nivel mundial. Netanyahu ha llegado a mostrar algunas de estas portadas con etiquetas superpuestas con la palabra 'fake' [falso, en inglés].

Además, ha adelantado que su gobierno avanzará con una acción judicial contra el New York Times por utilizar la imagen de un niño hambriento en su portada que “también tenía otros problemas de salud”. Netanyahu afirma que la madre y el hermano del niño están “sanos” y alega que el periódico ha “enterrado” una corrección. El primer ministro ha llegado a comparar la cobertura de la hambruna existente en Gaza desde hace semanas con “las mentiras malignas que eran contadas sobre los judíos en la Edad Media”.

El primer ministro israelí ha aprovechado además el final de su comparecencia para reseñar la división política entre la población palestina, cuando ha reconocido que Hamás “tenía, de facto, un Estado”, pero que lo utilizaba para lanzar “una guerra de terror contra Israel”. “Ellos no quieren un Estado palestino, solo quieren destruir el Estado israelí” y “se niegan a reconocer el Estado israelí”, ha defendido Netanyahu para justificar su última escalada militar.