En 2018, la historia política del país dio un giro de 180 grados. La exigencia social por un lado y la existencia de instituciones electorales revestidas de autonomía dio paso nuevamente a la alternancia. Muchos factores confluyeron para el triunfo del entonces candidato, hoy expresidente Andrés Manuel.

No mentir, no robar y no traicionar al “pueblo” fue el lema que el excandidato acuñó para atraer a los mexicanos, para mover sus emociones (cosa que hizo extraordinariamente durante sus doce años de campaña y los seis que fue presidente); para generarles la esperanza de un país mejor.

El excandidato señaló entonces todos los pecados y errores cometidos, solapados e invisibilizados por los gobiernos que eran encabezados por otras siglas partidistas; la corrupción, los excesos, la vida de l

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