El primer estudio sobre el humor mordaz en español revela que, para comprenderlo, el cerebro activa una compleja red de conexiones neuronales relacionada con habilidades sociales

“Mamá, ¿me traes un vaso con zumo?”, pide cómodamente desde el sofá una joven. “No sabía que te habías quebrado las dos piernas”, dispara filosa su madre criticando su pereza.

El sarcasmo es incisivo y exigente. Tensa la ironía hasta su punto ácido, casi siempre para cuestionar o burlar. Comprenderlo requiere poner en juego múltiples conexiones neuronales a la vez y saber adaptarse al contexto por lo que los científicos lo estudian con especial interés en trastornos mentales y neurológicos.

Hasta hace poco, lo que se sabía sobre este tipo de humor mordaz se refería solo a su uso en inglés. Científicos argentino

See Full Page