Andres Oppenheimer
Cuando el presidente Donald Trump despidió a una alta funcionaria de estadísticas laborales después de que ella reportara malas noticias sobre la economía, se encendieron las alarmas.
Muchos temen que el gobierno de Trump empiece a maquillar los datos económicos, como ya pasó en Argentina con consecuencias desastrosas.
El temor concreto es que los inversionistas dejen de confiar en las cifras económicas de Estados Unidos, se produzca una fuga de capitales y haya una crisis como la que golpeó a Argentina hace más de una década.
En rigor, hay parecidos sorprendentes entre ambas situaciones, pero también diferencias importantes.
El 1 de agosto, Trump echó a Erika McEntarfer, comisionada de estadísticas del Departamento de Trabajo y funcionaria de carrera. Se quejó, sin