“Me llamaban John Gotti, como el mafioso. Era parte de los Ferrari Boys , alquilábamos autos deportivos y corríamos por los túneles de Londres . Me sentía intocable” . Con estas palabras, el ex futbolista Moses Swaibu describió el vértigo y la impunidad que marcaron su paso por el mayor sindicato internacional de arreglo de partidos. Su confesión dejó al descubierto cómo opera una organización criminal que se dedica a las apuestas deportivas ilegales y la manera en la que logran captar a los jugadores para hacerlos cómplices.
La historia de Swaibu , un ex defensor londinense que se formó profesionalmente en el Crystal Palace y quien llegó a acumular más de un millón de libras esterlinas (unos 1.350.000 dólares) en poco más de un año gracias al fraude deportivo, se hizo