A las pocas horas de que Donald Trump anunciara el despliegue de la Guardia Nacional para combatir el crimen en Washington D.C., decenas de miembros de la unidad especial del Ejército ya patrullaban la ciudad junto a oficiales de la policía local. El objetivo era acabar con los campamentos de vagabundos y bajar aún más una tasa de violencia criminal que está en mínimos históricos de las últimas tres décadas.
En reunión con la plana mayor en Washington, el presidente estadounidense expuso sus órdenes: "Acabad con esos campamentos, arrestad a la gente y haced lo que os dé la gana con ellos", dijo.
Es la primera vez que esto sucede en los Estados Unidos, aunque lleva en los planes de Trump al menos desde que al final de su primer mandato las protestas por el asesinato de George Floyd