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El 7 de agosto de 2010 , la tranquilidad del hogar de la familia Polo Becerra se rompió para siempre. Esa madrugada, en su propia casa y en compañía de sus padres y un hermano, la vida de Ilva Linda Polo Becerra , una adolescente del colegio La Divina Pastora, fue arrebatada de forma violenta. Tenía una sonrisa que sus amigos aún recuerdan y que, desde entonces, quedó congelada en la memoria de quienes la conocieron.
La investigación que apuntó al padre
Cuando los investigadores se disponían a realizar el levantamiento del cadáver, advirtieron que la escena del crimen había sido manipulada, lo que representaba una clara obstrucción a la justicia. Ante la gravedad del hallazgo, la Fiscalía solicitó el apo