En un último intento para que el presidente de Estados Unidos no se pliegue ante el presidente ruso, los aliados europeos de Ucrania presentaron una vez más sus argumentos ante Donald Trump en una llamada colectiva este miércoles. Unas horas antes de la cita con Vladímir Putin en una base militar en Anchorage , Alaska, Trump escuchó a los líderes europeos, incluido el ucraniano.

Los europeos aspiran a que al menos Trump no prometa a Putin entregarle parte de Ucrania sin que el presidente ruso haya ni siquiera aceptado un alto el fuego, como piden el presidente Volodímir Zelenski y los aliados europeos desde hace meses. “Son gente estupenda que quiere que se firme un acuerdo”, dijo el presidente de Estados Unidos sobre los europeos en un mensaje en su red social antes de la reunión, pese a que no ha querido incluir a ninguno de ellos en las conversaciones con Putin.

Zelenski viajó a Berlín para ver al canciller alemán, Friedrich Merz, y ambos se unieron desde allí a una llamada con el primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente francés, Emmanuel Macron. También estaban presentes en la llamada el primer ministro polaco, Donald Tusk, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, el presidente finlandés, Alexander Stubb, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.

El presidente francés, Emmanuel Macron, y el presidente del Consejo Europeo, António Costa, durante la llamada con otros líderes europeos en París, este miércoles.

Después de esta primera reunión de coordinación europea, han entrado en la llamada Trump y su vicepresidente, JD Vance, que ha mostrado a menudo su hostilidad pública contra Ucrania y contra Europa en general.

Sin España

El presidente Pedro Sánchez no fue invitado a estas dos llamadas, y participará en otra de resumen después, como el resto de europeos de la “coalición de dispuestos” que el Reino Unido y Francia intentan montar desde hace meses. España, que es uno de los países europeos que ha dado menos ayuda militar y humanitaria a Ucrania , no está entre los aliados que han ofrecido asistencia concreta para una posible misión que ayude a mantener una futura paz ni entre los que pueden mediar ante Trump, como es el caso de Rutte o de Meloni. Un portavoz del Gobierno aseguró que “España otorga máxima prioridad a la unidad europea en momentos tan críticos como el actual”.

Entre los europeos, también hay gobiernos cada vez más hostiles a Ucrania. El Gobierno de Viktor Orbán aprovechó el momento para volver a atacar a Zelenski. El ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, acusó en falso al presidente ucraniano de no haber defendido un alto el fuego como dijo sí había hecho Hungría desde la invasión rusa a gran escala de Ucrania en febrero de 2022.

Vecinos de Drobopillya y otros pueblos en Ucrania en un autobús de evacuación tras los ataques rusos en la región de Donetsk, el 12 de agosto.

Trump y Vance en la llamada

En la charla con los europeos, JD Vance participó desde Inglaterra, donde está de vacaciones con su familia (en los Cotswolds, una zona rural y rica del sur del país). Unas horas antes de la reunión, Vance se citó con Nigel Farage, el líder de la extrema derecha y que, dada la popularidad de la causa ucraniana en el Reino Unido entre votantes de todos los partidos, estaba bajo presión para defender a Ucrania frente a las posiciones que el republicano ha mantenido durante años.

Después de la bronca a Zelenski en el Despacho Oval en febrero atizada en parte por Vance, tanto el presidente ucraniano como los europeos han suavizado las relaciones con Trump, pero la tendencia del presidente de Estados Unidos, rodeado de voces anti-ucranianas en su Gobierno, a repetir los mensajes de Putin no ha cambiado.

Trump también ha criticado a Putin en los últimos meses, pero no se ha atrevido a imponer sanciones y ya ha dicho antes de la reunión con Putin de este viernes que Ucrania tendrá que ceder parte de su país, pese a los intentos de pedagogia y buena voluntad de los europeos para convencerle de apoyar a Kiev.

El presidente Donald Trump y el presidente Volodímir Zelenski, en el Vaticano el 26 de abril de 2025.

“Debemos aprender de la experiencia de Ucrania para evitar el engaño de Rusia. No hay señales ahora de que los rusos se estén preparando para terminar la guerra”, dijo este miércoles Zelenski, que pidió “más presión” para “forzar a Rusia a firmar la paz”.

Pero la negociación sigue basada sobre todo en la relación bilateral entre Estados Unidos y Rusia sin contar con Ucrania ni con sus aliados europeos, pese a las quejas continuas y las propuestas de Starmer y Macron a Trump. “No podemos aceptar que se debatan o incluso decidan entre Rusia y Estados Unidos asuntos territoriales por encima de las cabezas de los europeos, de los ucranianos”, dijo el canciller Merz en una entrevista este domingo. “Asumo que el Gobierno de Estados Unidos lo ve de la misma manera”.

No está claro que sea así. Un portavoz del Ministerio de Exteriores ruso describió este miércoles en modo despreciativo las llamadas de los europeos como “insignificantes” y se jactó de que Trump y Putin comentarán “todos los asuntos acumulados”, según informa Reuters.