Urbano Barrera
El caso Israel Vallarte inaugura una etapa triste y lamentable para la impartición de justicia en México.
Es el inicio desgarrador de la política por encima de la razón legal y del imperio de la ley.
Hoy, la Constitución y las leyes secundarias quedaron mancilladas ante las negociaciones, los compromisos políticos y de grupo, los caprichos del poder; lo peor, el mandato del crimen organizado.
La ex ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ex secretaria de Gobernación y experta en Derecho, Olga Sánchez Cordero, fue clara y contundente al señalar que Israel Vallarta, líder de la banda de secuestradores Los Zodiacos, era culpable.
En la teoría jurídica es muy cierto que al violar el debido proceso se impone la libertad.
Pero, como lo explicó l