Redacción Internacional, 14 ago (EFE).- Con 25.800 hectáreas de superficie y situada cerca del Ártico, la remotísima -y segurísima- base militar Elmendorf-Richardson será este viernes el escenario de una cumbre entre Donald Trump y Vládimir Putin que tendrá como “tema central” el abordar, cara a cara, la guerra entre Rusia y Ucrania.
La base en la que se reunirán los presidentes de Estados Unidos y Rusia sirvió de defensa a los americanos contra las amenazas de la Unión Soviética durante la Guerra Fría dada su ubicación estratégica en la ciudad de Anchorage, en el estado de Alaska, un territorio estadounidense que fue parte de Rusia hasta 1867.
En ese histórico escenario se reunirán Trump y Putin tras varios meses en los que el republicano ha expresado su frustración por la negativa del