En 2024 y el primer semestre de 2025 se realizaron más de 24 mil 800 estudios para detectar displasias y lesiones precursoras de esta enfermedad.

Realizarse cada año el Papanicolaou le permitió a Lilia Mondragón Retana detectar a tiempo un cáncer cervicouterino en etapa inicial. Con historias como la suya, el ISSEMyM llamó a las mujeres a mantener controles y estudios de manera regular, y reportó que entre 2024 y el primer semestre de 2025 se efectuaron más de 24 mil 800 pruebas de detección de displasias y lesiones precursoras, en toda la red de unidades de salud del Instituto.

“Cuando escuché la palabra cáncer, realmente en ese momento sí me preocupé mucho, incluso vi a mi doctora que visito regularmente y me dijo: usted tiene que estar bien, tiene que estar tranquila”, compartió Lilia

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