Desde La Paz
La ciudad quedó casi desierta desde las primeras horas en la madrugada del domingo. No había transporte público, ni las típicas combis que dominan calles y avenidas, tampoco el teleférico que conecta distintos puntos de la capital, y un abrumador porcentaje de comercios cerraron sus puertas. A la vuelta del hotel donde este enviado se aloja, un par de pequeños almacenes estaban abiertos, pero sin clientes que pudieran comprar. A lo lejos, curiosamente, giraba la Vuelta al Mundo de un parque de diversiones que se podía ver desde una calle sin salida.
Las elecciones en Bolivia son de estricta participación obligatoria. Y queda claro que la mayoría de la gente vive muy cerca de los centros de votación. El personal que trabaja lejos de su casa debe procurarse una de las reduci