Cuando el gobierno nacional se aseguró la disolución del PRO en su espacio, no solo se apropió de nombres propios y de cierta estructura territorial “amarilla” para la disputa electoral de medio término contra el armado unitario de Fuerza Patria: también fue el comienzo de la instalación de un discurso “antikuka”, propio de las expresiones más extremas del antiguo polo de confrontación macrista contra el “populismo”.
Con la bandera desplegada en La Matanza en su viaje exprés de quince minutos y bajo la leyenda “Antikirchnerismo nunca más”, los hermanos Javier y Karina Milei inauguraron un nuevo capítulo proselitista de retórica netamente enfocada en la disolución de su principal adversario opositor, con el que se disputan mano a mano el primer round legislativo del 7 de septiembre.