Alumnos del colegio Micaela Bastidas, ubicado en el asentamiento humano Cruz de Motupe, en San Juan de Lurigancho , volvieron a la presencialidad durante dos semanas de ausencia luego que la exdirectora recibió amenazas de muerte y extorsión de la banda criminal ‘La batería del loco Aroni’, que le exigían la suma de 20 mil soles.
El centro de estudios tuvo que suspender temporalmente sus actividades, pero tras una disposición de la UGEL 05, los estudiantes regresaron a las aulas. Sin embargo, los padres de familia aún se sientes temerosos que los delincuentes puedan regresar para dañarlos.
Newsletter Buenos días
Carlos Salas Abusada desglosa con rigor las noticias clave del día de lunes a viernes. Recíbelo
Chiclayo: censista embarazada fue agredida y asaltada durante s