La situación en el Congreso de Perú ha generado controversia. La elección de Elvis Vergara como presidente de las comisiones de Ética y Fiscalización ha sido criticada. Muchos consideran que su nombramiento es una burla para los ciudadanos. Vergara, junto a otros miembros, ha sido acusado de haber negociado con el exmandatario Pedro Castillo. Se alega que esto les permitió mantener el control sobre el Ministerio de la Producción y otras entidades, lo que les habría beneficiado personalmente.
El Ministerio Público ha señalado que estas acciones han protegido a Castillo y a varios de sus ministros de enfrentar consecuencias legales. La Comisión de Ética ha sido vista como ineficaz, ya que muchos involucrados en escándalos han evadido la justicia gracias a acuerdos secretos. La bancada de Alianza para el Progreso (APP) es mencionada como conocedora de estas prácticas.
Por otro lado, la elección de Agustín Lozano como presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) ha suscitado comparaciones con regímenes autoritarios. Lozano fue reelegido hasta 2031 en un proceso electoral con lista única, lo que ha llevado a cuestionar la transparencia de su gestión. Se le acusa de haber manipulado el sistema para asegurar su permanencia en el cargo, similar a tácticas utilizadas por dictadores como Nicolás Maduro en Venezuela.
A pesar de la crisis en el fútbol peruano, Lozano ha logrado mantenerse en el poder sin mostrar méritos claros, lo que ha generado indignación entre los aficionados. La falta de competencia y la compra de apoyos han sido señaladas como prácticas que perpetúan su control sobre la FPF. La situación en ambas instituciones refleja preocupaciones sobre la ética y la transparencia en la política y el deporte en Perú.