El presidente Javier Milei calificó a los evasores como héroes que “escaparon de las garras del Estado”. Pero no se quedó en la verborragia: cuando reglamentó su amnistía fiscal, mal llamada “blanqueo”, incorporó figuras penales que no fueron amnistiadas por el Congreso, en especial la asociación ilícita fiscal. Eso beneficiaba, entre otros, a condenados por la venta en negro de soja y otros cereales que iban a parar a empresas como Vicentin, Cargill y Bunge, que reclamaban que se anule su condena por las modificaciones que hizo Milei a la ley penal. Pero la Cámara de Casación, máxima instancia penal del país, les puso un freno e incluso planteó la inconstitucionalidad de la maniobra de Milei que premia a los evasores por fuera de lo que dice la ley.
El fallo que firmaron en mayoría lo