En medio de un creciente despliegue militar ordenado por la administración de Donald Trump, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, hizo un llamado a los países aliados para que defiendan a su nación de las "amenazas" provenientes de Estados Unidos. Durante una reunión con miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), Maduro instó a la "unión de todos los pueblos rebeldes y de los movimientos sociales de América Latina, el Caribe, Estados Unidos, África y más allá".
El líder chavista afirmó que esta unión es fundamental para defender el "derecho del pueblo venezolano a la soberanía, la paz, la autodeterminación y el futuro". En sus declaraciones, Maduro subrayó que "la unión es lo que nos ha hecho fuertes" y que Venezuela se encuentra en un "combate permanente por su derecho a la paz y al futuro".
Maduro también criticó a Estados Unidos, afirmando que este país "cree que solo una palabra de ellos basta para que los pueblos rindan sus banderas y entreguen su tierra y su patria". En su discurso, el mandatario se refirió a las amenazas de Washington, diciendo: "Lanzan amenazas por aquí, lanzan amenazas por allá, los que se creen dueños del mundo y que nuestra América es patio trasero".
En la cumbre virtual extraordinaria de ALBA, los gobernantes de los países miembros expresaron su rechazo al despliegue militar estadounidense en el Caribe y cerca de las aguas venezolanas. Además, mostraron su solidaridad con Maduro, quien enfrenta acusaciones de narcotráfico por parte de Estados Unidos, que ha ofrecido una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca a su captura.
Según fuentes vinculadas a la operación, tres buques de guerra han sido enviados cerca de las costas de Venezuela. La Alianza Bolivariana calificó este despliegue como una "amenaza a la paz y a la estabilidad de la región". Durante la cumbre, el bloque expresó su "más firme y absoluto respaldo" a Maduro y solicitó al presidente de Colombia, Gustavo Petro, una reunión urgente de cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Maduro concluyó su discurso llamando a los "pueblos" del mundo a pronunciarse en favor de Venezuela, advirtiendo que un "ataque" a su país sería un "ataque a toda América Latina y el Caribe". Además, enfatizó que "la amenaza del uso de la fuerza y el uso de la fuerza está prohibido por Naciones Unidas" y que alentar un cambio de régimen en otro país también está prohibido y condenado por el organismo internacional.