Un clamor por justicia internacional

EDITORIAL

La historia contemporánea pocas veces ha sido testigo de un hecho tan insólito y, al mismo tiempo, tan contundente: la acusación formal de Estados Unidos contra un presidente en funciones por delitos de narcotráfico y terrorismo. Nicolás Maduro, mandatario de Venezuela desde 2013, enfrenta hoy el peso de la justicia internacional. Su nombre ya no se asocia únicamente con crisis política, hiperinflación o represión contra la disidencia.

Ahora, Maduro está señalado como uno de los narcotraficantes más poderosos del planeta, acusado de liderar una red criminal con tentáculos que alcanzan el Caribe, Centroamérica, México y hasta las calles de Estados Unidos.

El anuncio de la fiscal general estadounidense, Pam Bondi, de elevar a 50 millones de

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