Los hermanos Erik y Lyle Menéndez no habían estado tan cerca de la libertad como este jueves, tras más de 35 años desde que fueron arrestados por el homicidio de sus padres en 1989. El mediático caso de los Menéndez llega a un nuevo capítulo con las audiencias ante un tribunal judicial que se encargará de determinar si son aptos o no para recibir el amparo de libertad condicional.
Sin embargo, en un duro revés, al finalizar la jornada de este jueves, Erik, de 54 años y recluido en el Centro Penitenciario R.J. Donovan, cerca de San Diego (Estados Unidos), recibió una respuesta negativa a su solicitud de libertad condicional.
Esta decisión deja en ascuas a su hermano Lyle, de 57, quien tendrá su oportunidad de presentarse ante la comisión este viernes con el difícil objetivo de recibir un