Ante los escabrosos hechos de ayer, en diferentes partes del país, no vamos a caer en la redundancia de decir que la Colombia de hoy es cada vez más parecida a la de hace 35 años. En lugar del espejo retrovisor, el país exige resultados aquí y ahora.

No se trata, por supuesto, de una nueva declaratoria de conmoción interior, instrumento extraordinario que, como se sabe, fracasó cuando a principios de año se implantó en la región del Catatumbo. En efecto, no se trataba de hechos sobrevinientes, sino de una mayor intensidad de la violencia entre el Eln y el frente 33, remanente de las Farc, por el dominio del territorio una vez se rompió la alianza entre ellos. Por su parte, dominio que en la actualidad prevalece y se consolida en manos de los primeros, sin que por asomo el Gobierno haya to

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