En Villa Santa Rita, uno de los barrios más pequeños y discretos de la Ciudad de Buenos Aires, sobrevive un rincón que parece detenido en el tiempo y que recuerda a la Toscana italiana. Con apenas dos kilómetros cuadrados y que hasta hace unos meses no tenía plazas ni parques , este barrio encierra secretos urbanos que sorprenden a quienes se animan a recorrerlo. Uno de ellos es el pasaje Guillermo Enrique Granville , más conocido por los vecinos como “La Puñalada” .

Este pasaje peatonal mide apenas 60 metros, pero su encanto lo convierte en un lugar único. El camino empedrado, enmarcado por limoneros, higueras, damas de noche, palmeras y faroles antiguos, conduce a 14 casas bajas construidas a comienzos del siglo XX, en su mayoría por inmigrantes italianos. Las glorietas cub

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