La seguridad al conducir está intrínsecamente vinculada a las capacidades físicas y mentales del conductor. Para garantizar una conducción segura, es fundamental que todos los sentidos estén alertas.
Sin embargo, ciertos medicamentos pueden actuar como inhibidores de estas facultades, lo que implica que algunas condiciones de salud podrían ser incompatibles con la conducción .
Es importante señalar que algunas de estas enfermedades son más comunes de lo que se podría suponer. No obstante, los síntomas asociados o los efectos de los medicamentos pueden representar un riesgo significativo al volante y, en consecuencia, aumentar la probabilidad de un accidente.
En este contexto, la Dirección General de Tráfico (DGT) enfatiza que, al igual que se penaliza el conducir bajo la