Se venía percibiendo desde hace unos años que la Unión Cívica Radical ( UCR ) bonaerense se había convertido en una suerte de hoja manipulada por distintos vientos ocasionales y esto le va esmerilando su posicionamiento en la vida política plena.
La interna pendiente de octubre del año pasado, sin resolución definitiva, dejó su huella que es imborrable pese a algunos acuerdos de coyuntura, que ya ni siquiera se respetan, entre los referentes de los sectores encabezados por Miguel Fernández (Unidad Radical) y Pablo Domenichini (Futuro Radical)
Y ya es conocido lo que puede ocasiónar una nterna no resuelta y con tantos conflictos . Por ejemplo, la novedad de tener a un radicalismo ausente, por primera vez desde la recuperación de la democracia, en elecciones legislativas