Miguel Uribe Londoño ha sido nombrado como precandidato presidencial del Centro Democrático tras el asesinato de su hijo, Miguel Uribe Turbay. Este nombramiento es el resultado de una serie de decisiones y maniobras internas dentro del partido, que incluyeron reuniones privadas en Antioquia y acuerdos familiares. La reunión clave tuvo lugar en Rionegro el 21 de agosto, donde Álvaro Uribe Vélez y Miguel Uribe Londoño discutieron su incorporación como aspirante, alineándolo con otros precandidatos como María Fernanda Cabal y Paloma Valencia.
La muerte de Uribe Turbay dejó un vacío significativo en la estrategia electoral del uribismo, lo que llevó a la necesidad de un pacto explícito para mantener la cohesión del partido. Fuentes del proceso confirmaron que la invitación a Uribe Londoño buscaba asegurar la continuidad del proyecto político de su hijo y evitar fracturas en la bancada opositora. El fallecido senador era considerado un puente entre diversas facciones internas, y su ausencia generó urgencia en la designación de un sustituto familiar.
La dirección nacional del partido, encabezada por Gabriel Vallejo, coordinó directamente con Uribe Vélez para facilitar la integración de Uribe Londoño. Tras la reunión en Rionegro, Vallejo notificó a los otros precandidatos y se iniciaron negociaciones para asegurar que su inclusión no interfiriera en la dinámica de la campaña. Se acordó que la metodología de selección sería a través de una encuesta digital, programada para diciembre, lo que ha generado inquietudes entre los aspirantes, ya que deben decidir entre la presidencia o la reelección legislativa.
El acuerdo familiar para que Uribe Londoño asumiera el rol de su hijo fue unánime entre los allegados del exsenador asesinado. El comunicado oficial del Centro Democrático subrayó que esta decisión busca honrar el legado político de Uribe Turbay y evitar disputas públicas que pudieran exponer rencillas internas. Además, se ha confirmado el regreso de asesores de confianza de Uribe Turbay para apoyar la nueva campaña de Uribe Londoño.
El nuevo precandidato participará en todos los debates y actividades del proceso de selección, incluyendo foros temáticos. Su presencia en estos espacios busca proyectar una imagen de unidad dentro del partido. La situación política en Colombia también influye en este movimiento, ya que el uribismo intenta presentarse cohesionado ante el avance de la corriente progresista liderada por Iván Cepeda y Gustavo Petro.
Sin embargo, este movimiento presenta tanto fortalezas como riesgos. Algunos analistas consideran que la figura de Uribe Londoño puede garantizar la continuidad del proyecto, pero enfrenta el desafío de ganar legitimidad y respaldo electoral en un entorno de competencia interna intensa. En sus primeras declaraciones, Uribe Londoño afirmó: “Tenemos una oportunidad única de frenar esta locura en el 2026, no la desaprovechemos. Asesinaron a Miguel, pero jamás podrán asesinar su propósito”. Las próximas semanas serán cruciales para determinar si el consenso logrado en Rionegro se traduce en apoyo entre las bases del partido.