Las lágrimas no dejan de caer por los rostros de conocidos, amigos, jefes o familiares de los 13 policías que fueron asesinados por las disidencias de las Farc de alias Calarcá, en Amalfi, Antioquia, en donde un helicóptero de la Policía fue derribado con explosivos.

La acción criminal dejó como saldo 13 integrantes de la Policía asesinados. Varios de los cadáveres han sido trasladados a sus lugares de origen en medio de conmovedoras honras fúnebres, como se vio recientemente en el centro religioso de la Policía.

Allí, fueron despedidos el mayor Carlos Mateus Ovalle, el subteniente Nicolás Ovalle Contreras, y el patrullero Juan José Guzmán. Los gestos de dolor entre los asistentes eran inocultables.

Familiares, amigos y conocidos de los uniformados tuvieron que darles el último adiós

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