Después de un extenso proceso penal, el exjefe de inteligencia del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), Giancarlo Auqué de Silvestri fue sentenciado a doce años y cinco meses de prisión por su responsabilidad en el delito de tortura agravada.
Los hechos por los que fue sentenciado en primera instancia tienen relación con los seguimientos y llamadas amenazantes que se hicieron en contra de la periodista Claudia Julieta Duque, quien reveló la desviación de la investigación por el crimen del humorista Jaime Garzón, registrado el 13 de agosto de 1999.
Desde el denominado G-3 que se conformó al interior del DAS se realizaron actos de tortura psicológica contra la periodista como modo de “castigo” por la investigación que publicó. Con diferentes acciones se buscó silenciarla y