Recorrió las calles como una luchadora social, recibiendo directamente las quejas de los vecinos que le lanzaban sus problemas como rayos fuera del ring.

En este combate contra la negligencia, los reclamos cayeron como planchazos: la basura que pasa lunes, miércoles y viernes pero deja escombros tirados como rivales noqueados; luminarias que se encendían de día como spots mal dirigidos; y parques que necesitaban más pintura que un máscara descolorida. Hasta la seguridad pública pedía más rondines, porque hasta los malandros saben que sin vigilancia el tapiz se llena de villanos.

La síndica, haciendo el rol de técnico, prometió canalizar estas demandas a las dependencias correspondientes.

"Vamos a dar seguimiento puntual para que atiendan nuestros reportes", declaró, preparándose para la

See Full Page