El despliegue de fuerzas militares marítimas, anfibias, aéreas e incluso de un submarino de ataque nuclear estadounidense en el mar Caribe, con el objetivo de combatir el tráfico de drogas, especialmente el originado en Venezuela bajo el régimen dictatorial de Nicolás Maduro, está marcando un antes y un después en la estrategia global contra este flagelo.
Resulta evidente que la administración Trump está decidida a frenar, de una vez por todas, el accionar de organizaciones criminales, trasnacionales y terroristas venezolanas, como el ‘Tren de Aragua’ o el ‘Cartel de los Soles’. Este último, según las autoridades norteamericanas, tendría al propio Nicolás Maduro como cabecilla y de allí que duplicó a 50 millones de dólares −cifra inédita− la recompensa por su captura.
Así las cosas, que