El dengue se está expandiendo a nuevas regiones del mundo, lo que ha generado preocupación entre los expertos en salud pública. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de casos notificados a nivel global se ha multiplicado por diez entre 2000 y 2019, pasando de 500.000 a 5,2 millones. Este aumento se ha visto reflejado en el Día Internacional contra el Dengue, celebrado el 26 de agosto, que busca concienciar sobre esta enfermedad viral que ya no es exclusiva de las zonas tropicales.
Cerca de la mitad de la población mundial está en riesgo de contraer dengue, con estimaciones que indican entre 100 y 400 millones de casos anuales. En América, se han reportado aproximadamente 2,8 millones de casos y más de 100.000 muertes. El Dr. Raman Velayudhan, director del Programa Mundial de Control de Enfermedades Tropicales de la OMS, explicó que el aumento de casos se debe a varios factores interrelacionados.
Uno de los principales factores es el cambio climático. El calentamiento global ha alterado el hábitat de los mosquitos Aedes, que son los principales vectores de la enfermedad. Las temperaturas más altas y las lluvias intensas crean condiciones ideales para su reproducción. La climatóloga María Soledad López destacó que en el 60% de las ciudades argentinas con casos autóctonos de dengue, ha aumentado el número de días con temperaturas óptimas para la transmisión desde 1976.
La urbanización desordenada también contribuye a la expansión del dengue. Raúl Rivas González, catedrático de Microbiología, señaló que el crecimiento demográfico y la falta de planificación urbana generan espacios propicios para la proliferación de mosquitos. Elizabet Estallo, investigadora del CONICET, añadió que la acumulación de basura en lugares como canales de riego favorece la presencia del mosquito.
Además, la adaptabilidad genética del Aedes aegypti y la aparición de nuevos vectores como el Aedes albopictus están facilitando la propagación del dengue. Este último mosquito ha demostrado ser capaz de adaptarse a climas más fríos y secos, lo que amplía su rango geográfico.
El dengue se presenta en cuatro serotipos, lo que permite que una persona pueda infectarse más de una vez. La OMS advierte que quienes se contagian por segunda vez tienen mayor probabilidad de enfermar gravemente. La falta de estrategias de prevención eficaces también es un desafío. Aunque existen campañas de concienciación, el Dr. Sergio Verbanaz enfatizó que la responsabilidad de prevenir el dengue recae en cada individuo.
Las medidas de prevención incluyen la eliminación de criaderos de mosquitos, el uso de repelentes y la protección de viviendas con mosquiteros. La OMS también ha señalado la creciente resistencia a los insecticidas, lo que complica aún más el control de la enfermedad. En resumen, la combinación de factores ambientales, sociales y biológicos está detrás de la alarmante expansión del dengue, que requiere una respuesta coordinada y efectiva a nivel global.