El plazo fijo en dólares se consolidó como una de las alternativas financieras más atractivas para los ahorristas desde la eliminación del cepo cambiario. Esta medida, que flexibilizó el acceso a la divisa estadounidense, generó un nuevo escenario en el sistema bancario, donde las entidades buscan captar clientes ofreciendo mayores beneficios y mejores condiciones de rentabilidad.
En ese contexto, los bancos hallaron en el plazo fijo en dólares una herramienta de seducción eficaz, ya que combina seguridad con un rendimiento superior al que ofrecían meses atrás. El interés de los usuarios por proteger sus ahorros en moneda extranjera se intensificó, y las entidades respondieron con un ajuste al alza de las tasas.
Un ejemplo claro de esta tendencia se observa en el Banco Nación. Antes de l