El Gobierno español ha declarado este martes "zonas afectadas por emergencia" en 16 de las 17 comunidades autónomas, excluyendo al País Vasco. Esta decisión se toma tras una serie de incendios y fenómenos meteorológicos adversos ocurridos entre el 23 de junio y el 25 de agosto. En total, se han registrado 113 incendios y cinco episodios de fuertes lluvias, conocidos como "danas".

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha señalado que, aunque la emergencia no ha concluido, se enfrenta a una de las mayores catástrofes medioambientales de los últimos años. "Los daños personales en infraestructuras y en bienes públicos y privados son, sin duda, elevados", ha afirmado en una rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros.

Marlaska ha enfatizado la necesidad de activar el mecanismo de ayuda para los afectados "cuanto antes", con el objetivo de que puedan recuperar cierta normalidad en sus vidas. Sin embargo, ha advertido que la "emergencia aún no se ha dado por cerrada".

La declaración de emergencia abarca los territorios afectados por tres olas de incendios que se han producido este verano. La primera ola tuvo lugar a finales de junio, la segunda el 7 de julio y la tercera comenzó el 8 de agosto, con varios focos aún activos. El ministro ha destacado que esta última ola de incendios ha coincidido con la "ola de calor más intensa desde que hay registros", con temperaturas superiores a los 4,6 grados por encima de lo habitual.

El Gobierno ha movilizado recursos y medios para hacer frente a esta crisis. Marlaska ha garantizado que las instituciones contarán con el apoyo del Gobierno y recibirán todas las ayudas necesarias para la recuperación de las zonas afectadas. Además, ha expresado sus condolencias a las familias de las víctimas y ha reconocido el esfuerzo de los miles de profesionales que trabajan en condiciones difíciles, incluyendo bomberos, agentes medioambientales y voluntarios.