Los recientes despliegues militares ordenados por el régimen de Trump en ciudades como Los Ángeles y Washington D.C., no son medidas aisladas de seguridad, sino componentes de una estrategia política más amplia y calculada. Aunque presentados bajo justificaciones de orden público, estos movimientos revelan un patrón preocupante que merece análisis profundo.
Por Brian Tyler Cohen y Marc Elias
La primera hipótesis sugiere que estos despliegues buscan normalizar la presencia militar en territorio civil estadounidense. Cuando las tropas patrullan las calles de manera rutinaria, la sociedad gradualmente acepta como «normal», lo que históricamente ha sido excepcional. Esta desensibilización progresiva es crucial para futuras escaladas.
Si Trump decidiera expandir estos despliegues antes de la